domingo, 15 de diciembre de 2019

Basia Mile


Este verano terminaba cuando tuve la tristre noticia de que JJ, José Javier, el profesor experto en el siglo de oro que he tenido la suerte de disfrutar en la facultad de letras de la UPV-EHU había fallecido. Los nuevos alumnos, ya no podrán disfrutar desentrañando sus versos. Pero a modo de homenaje póstumo he decidido compartir este trabajo que hice para su asignatura en este humilde blog. También en parte, es un regalo a mis alumnos de latín.

MILES DE BESOS DE CATULO 
A CRISTÓBAL DE CASTILLEJO


“Dame, Amor, besos sin cuento,
asida de mis cabellos,
y mil y ciento tras ellos
y tras ellos mil y ciento,
y después
de muchos millares, tres;
y porque nadie lo sienta,
desbaratemos la cuenta
y contemos al revés”.




Este pequeño poema de Cristóbal de Castillejo, está basado en otro poema anterior a nuestra era, el famosísimo carmen V del Liber Catuli. Que casi todo el que lo conoce consideran una exaltación epicúrea del goce de amar y es conocido por su primer verso: “Vivamus, mea Lesbia, atque amemus...
Sin embargo Castillejo esta primera parte se la saltó a la hora de adaptar el poema y de los trece versos del poema original sólo adapta al castellano los siete finales.




En los seis primeros el poeta le insta a su amada Lesbia a vivir la vida y amar (parece ser que Lesbia es seudónimo poético de Clodia la hermana del famoso pretor Clodio rival de Cicerón en los estertores de la república romana). Para ello compara las vidas humanas con el sol que cada noche tramonta, pero que retorna, mientras que para nosotros los humanos la vida es lo que hay y la noche un sueño eterno. Solo entonces es cuando Catulo en un cambio de ritmo y de argumento cae en el erotismo más desenfrenado de los miles de besos.

Curiosamente el castellano “beso”, viene de basia, voz que según los estudiosos de la lengua no es latina, sino que es en este poema el testimonio más antiguo de su incorporación al latín como lengua. (La /s/ intervocálica delata al término como no latino). Quizás por que el propio Catulo era un celta de la llanura padana solo romanizada 150 años antes de su vida. El latín contaba con el término patrimonial osculum para el acto de besar.


“….Da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum.
dein, cum milia multa fecerimus,
conturbabimus illa, ne sciamus,
aut ne quis malus inuidere possit
cum tantum sciat esse bassiorum”.
o sea:
“dame mil besos, después cien,
luego otros mil, luego otros cien,
después otros mil, después otra vez cien;
luego, cuando lleguemos a muchos miles,
perderemos la cuenta para ignorarla
y para que ningún malvado pueda dañarnos
cuando se entere del total de nuestros besos”.


Así, volviendo al delicioso poemilla de Cristóbal de Castillejo que queremos analizar, y comparándolo con el original de Catulo, no solo vemos que faltan los seis primeros versos en los que el amor del poeta llega a un nivel cósmico-divino, sino que de los siete que trata uno entero es aportación renacentista: “asida de mis cabellos,” este verso, el segundo de hecho da todavía una mayor sensualidad al tono de amor desenfrenado del poema mientras le despoja de toda la parte trascendente. Notar que los hombres también llevaban el pelo largo en el siglo XVI.


Por lo que respecta al número incontable de los besos, en realidad Catulo originalmente juega con nosotros, puesto que va cantando las cantidades de besos que pide a su amada, al modo que se cuentan las bolas en un ábaco, pero al final como el amor no se puede contar y para evitar el mal de ojo, desbarata dicha cuenta jugando con el lector. También porque precisamente la matemática estaba unida a la brujería en época romana y no convenía que se supieran las cantidades exactas de nada. Pero el escándalo para la época de Catulo (y César) es precisamente que un noble romano se enamore tan locamente que ruegue besos y no los tome. he ahí el escándalo original del Vivamus mea Lesbia que provocó “...rumoresque senum severiorum” (los chismes de los viejos amargados) del segundo verso del original.


¿Hay escándalo en los versos de Castillejo? Sin duda, en una España ultracatólica, tuvieron sus detractores, pero quizás Castillejo al despojar al poema de su parte más trascendente lo que consigue es justo eso, no llamar excesivamente la atención sobre “un poemilla de amor para que lo lean las mujeres” cuando desde el punto de vista de la moral cristiana de la contrarreforma quizás la sensualidad desenfrenada que inunda el poema no sea la más indicada para el modo de comportarse entre los sexos. Y menos aún sin mediar casamiento alguno.


Por lo que respecta al número de besos, conviene fijarse en que tampoco en eso Castillejo se aferra a Catulo, pues ya empieza por el final “besos sin cuento”, pero es que  “y después de muchos millares: tres.” Y aquí es donde empieza lo hipotético: ¿simplemente pone tres porque rima con después y revés del último verso? La rima de este poema es abbaccddc en octosílabos siendo el 5º verso un puente de solo 4 sílabas en el que cambia la rima. Quedando así perfectamente encuadrado.


En todo caso de todos los números posibles: ¿Tenía que ser el tres? ¿Qué significado tiene y más aún tenía el 3 en la cultura occidental? ¿La santísima Trinidad? ¿La vida después de la muerte? ¿Buscaba Castillejo santificar su amor y sus miles de besos en un amor sagrado para siempre? Eso es difícil de atestiguar a ciencia cierta, pero en todo caso no quiero dejar de sugerirlo.


Lo que sin duda alguna atestiguo es la pervivencia en el tema de los miles de besos entre enamorados ya en el mismo XVI en Francia tenemos un soneto de Lousie Labé:


Baise m'encor, rebaise-moi et baise ;
Donne m'en un de tes plus savoureux,
Donne m'en un de tes plus amoureux :
Je t'en rendrai quatre plus chauds que braise.


Las! te plains-tu? Çà, que ce mal j'apaise,
En t'en donnant dix autres doucereux.
Ainsi, mêlant nos baisers tant heureux,
Jouissons-nous l'un de l'autre à notre aise.


Lors double vie à chacun en suivra.
Chacun en soi et son ami vivra.
Permets m'Amour penser quelque folie :


Toujours suis mal, vivant discrètement,
Et ne me puis donner contentement
Si hors de moi ne fais quelque saillie.


Como puede verse los miles de besos ya se convirtieron en un tópico literario clásico en el renacimiento, descarnándose de Lesbia, y dedicándose al amor más general. Pero ha sido en el siglo XX dónde encuentro el tópico más vivo, así en los años 60 en la 11ª edición del festival de San Remo el famosísimo cantante Adriano Celentano cantaba a ritmo de rock uno de sus hits a favor de la libertad sexual más conocidos:



Amami
Ti voglio bene!


Con 24 mila baci
Oggi saprei perché l'amore
Vuole ogn'istante mille baci
Mille carezze vuole all'ora.


Con 24 mila baci
Felici corrono le ore
Un giorno splendido perché
Ogni secondo bacio te.


Niente bugie meravigliose,
Frasi d'amore appassionate,
Ma solo baci che do a te,
Ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye!


Con 24 mila baci
Così frenetico è l'amore
In questo giorno di follia
Ogni minuto è tutto mio.


Niente bugie meravigliose,
Frasi d'amore appassionate,
Ma solo baci che do a te,
Ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye!


Con 24 mila baci
Così frenetico è l'amore
In questo giorno di follia
Ogni minuto è tutto mio.


Con 24 mila baci
Felici corrono le ore
Un giorno splendido perché
Con 24 mila baci
Tu m'hai portato alla follia
Con 24 mila baci
Ogni secondo è tutto mio
Con 24 mila baci
Ogni secondo bacio te



Como puede verse aquí ya no es importante esconder el número de besos, sino que debemos zambullirnos en el amor frenético en un día de locura para entregarnos al amor. (Quizás no es de extrañar que si los jóvenes cantaban y bailaban esto en la iglesia Católica se recompusieran dogma, liturgia y doctrina precisamente en los años 60 para intentar mediante el “rock parroquial” retener presencia en la sociedad…


Pero será en la España de los años 80 y 90 donde una banda de pop-rock navarra nos da vida de nuevo al tópico de los miles de besos. De hecho le roban el tópico para el título de una canción, me refiero a Tahures Zurdos y sus miles de besos:


Miles de besos


¿Y cuántas veces en el tiempo con un simple gesto 
se para el mundo por un momento? 


Dame tus besos que me curan, dame besos frescos, 
besos de cielo, miles de besos. 


Cuántas palabras malgastamos , cuántos tiempos muertos.. 
tentado estuve de darte un beso. 


Sé que se agrandan mis pupilas y tus labios frescos 
rozan mi cuello, es por tus besos. 


Y sé, que el miedo y el dolor 
se transforman en los besos que nos dimos. 


Y no me dejes de besar, 
aunque todo sea oscuro y ruidoso 
cuando el cielo sea rojo y las estrellas vuelen, 
no me sueltes. 
No me sueltes.





Como puede verse la aportación de Cristóbal de Castillejo al tópico es fundamental: en ningún momento pone que el amado tiene asido a la cantante Aurora Beltrán por los cabellos, sin embargo el verso final pide que no le suelte,... ¿A Catulo o a Castillejo? 


Buscando en inglés veo que el tópico efectivamente se ha desbordado, Leonard Cohen tiene una canción de amor titulada “A thousand kisses deep”, la televisión Coreana una telenovela,... Catulo pudo no imponer su epicureismo a los severos romanos, pero en el siglo XXI todos somos Catulianos hasta la médula, gracias a los que como Cristóbal de Castillejo hicieron pervivir el tópico…


En todo caso, si elegí el poema de Castillejo, no fue por hacer esta comparación de la pervivencia de un tópico, sino por su sencillez, su frescura, y su brillante traducción del espíritu del poema Catuliano. A la hora de hacer este comentario quizás la idea era más demostrar que se dominan las figuras literarias, pero en vista que eso ya lo hacemos en clase, he optado por hacer este breve escrito, y he disfrutado en ello.


PSEUDOBIBLIOGRAFÏA:


Todas las letras de los poemas y canciones son sacadas de internet, salvo la del poema de Castillejo que es tomada del libro de Rivers que trabajamos en clase. Poesía del Siglo de Oro Madrid, Cátedra Letras Hispánicas (2017).

Sobre Catulo he usado Poesías edición bilingüe de Jose Carlos Fernández Corte y Juan Antonio González Iglesias, Madrid, Cátedra Letras Universales (2014).

lunes, 28 de octubre de 2019

Textos descriptivos vs Textos poético descriptivos

Todos los años , inspirado por el blog del poeta Juan de la Cruz Ramos, mi profesor en la facultad de letras, llega un momento en que les pido a mis alumnos de 2º bachiller que describan un objeto personal suyo. Por una parte han de hacer una descripción escueta y objetiva, por otra el mismo objeto poéticamente.

He aquí los tres mejores de este año. Os dejo con mis alumnos:

MI PIJAMA (tercer premio)


Un pijama es una prenda que se utiliza para no pasar frío durante la noche. Mi pijama está formado por dos partes. La parte superior es de un material aterciopelado y es de color anaranjado, con rayas negras dispuestas horizontalmente en las mangas, mientras que la parte de abajo es de color gris marengo y está compuesta por el mismo material que la parte superior, con unos puños que ajustan la pata del pijama al tobillo.


Qué haría yo sin mi pijama, mi escudero valiente que vela por mí en las frías y oscuras noches, que me aguarda mientras duermo mientras él siempre permanece en vilo. Qué haría yo sin mi pijama, mi fiel guardador de sueños, tumba silenciosa de mis intimidades y deseos. Qué haría yo sin mi pijama, mi punto y aparte de la cama, y a su vez mi más ansiada prenda de toda la casa, que me sabe acariciar como nadie más lo hace. Pero que suerte tiene mi pijama, de poder estar cada noche pegado a su amado. Que suerte tiene mi pijama, de ser en quien confío todos mis sueños y de poder guardar a su dueño. Que suerte tiene mi pijama, pero qué haría yo sin él.


INODORO (segundo premio)
-Objeto sanitario e higiénico que sirve para recoger y evacuar excrementos humanos por  un sistema de desagüe. En general es blanco y de porcelana, aunque en muchas casas es de color variado y materiales distintos como por ejemplo acero inoxidable. Redondo, cubierto por una tapa generalmente de plástico. Tiene una cisterna para facilitar la limpieza y extrusión de todos los restos depositados. El vocabulario castellano distingue diferentes términos para referirse; vater, retrete o excusado entre otros.

-Alba taza húmeda, siempre algente cuando me apoyo en ti, diamantina obra artesanal. Te presentas a mi tan límpida que me siento un ser verecundo cuando te uso. De dia me ves llegar grávido y tan alígero que no puedo resistirme a descansar con tu etéreo sonido célico. Muchas noches, noctívago, simplemente me ves deambular, pero otras, undívago, me aferro a ti para ilustrarte lo tartáreo que es el alcohol. Has visto cosas infernales, estigios repulsivos que dejarían gélido a cualquier ser. Has visto igníferos orificios, grandísonos sonidos que asustan. Pero después de todo siempre me despido de ti con ese sonido ecuóreo y sílente que solo puedo agradecer.


DESCRIPCIÓN DE UN SACAPUNTAS (primer premio)

1.- DESCRIPCIÓN NO POÉTICA:

El sacapuntas, o también llamado “afilalápices” es un instrumento que se utiliza para afilar la madera y la punta de grafito de los lápices. Hay muchos tipos de sacapuntas, pero el más común es el de mano que consta de una cuchilla atornillada a una base metálica o de plástico con un orificio en el que se introduce el lápiz que se desea afilar. También existen otros tipos de sacapuntas, como el de manivela, muy común en oficinas o el eléctrico, el cual tiene un motor que mueve las cuchillas que afilan el lápiz.

2.- DESCRIPCIÓN POÉTICA:

Pequeño cómplice de mis deseos, sin cuya indispensable ayuda ninguna idea se afila para reflejarse -blanco sobre negro- en el papel. Brillante desbastador de grafitos arcoíris, torturador que extrae en confesión forzada los diseños que fluyen de mi mente, por mi mano, a mis pinturas, hacia el blanco abismo del papel inmaculado.
Cruel mantis religiosa a la que se acopla el lapicero que, en ritos de lúbricos giros, inevitablemente acaban, como en las tragedias griegas, en su consunción y su muerte. Devorada por afilada cuchilla; Amor buscado pero no correspondido, sacrificio en el que, remidido, el lápiz mostrará los frutos de mi mente.