Este verano terminaba cuando tuve la tristre noticia de que JJ, José Javier, el profesor experto en el siglo de oro que he tenido la suerte de disfrutar en la facultad de letras de la UPV-EHU había fallecido. Los nuevos alumnos, ya no podrán disfrutar desentrañando sus versos. Pero a modo de homenaje póstumo he decidido compartir este trabajo que hice para su asignatura en este humilde blog. También en parte, es un regalo a mis alumnos de latín.
MILES DE BESOS DE CATULO
A CRISTÓBAL DE CASTILLEJO
“Dame, Amor, besos sin cuento,
asida de mis cabellos,
y mil y ciento tras ellos
y tras ellos mil y ciento,
y después
de muchos millares, tres;
y porque nadie lo sienta,
desbaratemos la cuenta
Este pequeño poema de Cristóbal de Castillejo, está basado en otro poema anterior a nuestra era, el famosísimo carmen V del Liber Catuli. Que casi todo el que lo conoce consideran una exaltación epicúrea del goce de amar y es conocido por su primer verso: “Vivamus, mea Lesbia, atque amemus...”
Sin embargo Castillejo esta primera parte se la saltó a la hora de adaptar el poema y de los trece versos del poema original sólo adapta al castellano los siete finales.
En los seis primeros el poeta le insta a su amada Lesbia a vivir la vida y amar (parece ser que Lesbia es seudónimo poético de Clodia la hermana del famoso pretor Clodio rival de Cicerón en los estertores de la república romana). Para ello compara las vidas humanas con el sol que cada noche tramonta, pero que retorna, mientras que para nosotros los humanos la vida es lo que hay y la noche un sueño eterno. Solo entonces es cuando Catulo en un cambio de ritmo y de argumento cae en el erotismo más desenfrenado de los miles de besos.
Curiosamente el castellano “beso”, viene de basia, voz que según los estudiosos de la lengua no es latina, sino que es en este poema el testimonio más antiguo de su incorporación al latín como lengua. (La /s/ intervocálica delata al término como no latino). Quizás por que el propio Catulo era un celta de la llanura padana solo romanizada 150 años antes de su vida. El latín contaba con el término patrimonial osculum para el acto de besar.
“….Da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum.
dein, cum milia multa fecerimus,
conturbabimus illa, ne sciamus,
aut ne quis malus inuidere possit
cum tantum sciat esse bassiorum”.
o sea:
“dame mil besos, después cien,
luego otros mil, luego otros cien,
después otros mil, después otra vez cien;
luego, cuando lleguemos a muchos miles,
perderemos la cuenta para ignorarla
y para que ningún malvado pueda dañarnos
cuando se entere del total de nuestros besos”.
Así, volviendo al delicioso poemilla de Cristóbal de Castillejo que queremos analizar, y comparándolo con el original de Catulo, no solo vemos que faltan los seis primeros versos en los que el amor del poeta llega a un nivel cósmico-divino, sino que de los siete que trata uno entero es aportación renacentista: “asida de mis cabellos,” este verso, el segundo de hecho da todavía una mayor sensualidad al tono de amor desenfrenado del poema mientras le despoja de toda la parte trascendente. Notar que los hombres también llevaban el pelo largo en el siglo XVI.
Por lo que respecta al número incontable de los besos, en realidad Catulo originalmente juega con nosotros, puesto que va cantando las cantidades de besos que pide a su amada, al modo que se cuentan las bolas en un ábaco, pero al final como el amor no se puede contar y para evitar el mal de ojo, desbarata dicha cuenta jugando con el lector. También porque precisamente la matemática estaba unida a la brujería en época romana y no convenía que se supieran las cantidades exactas de nada. Pero el escándalo para la época de Catulo (y César) es precisamente que un noble romano se enamore tan locamente que ruegue besos y no los tome. he ahí el escándalo original del Vivamus mea Lesbia que provocó “...rumoresque senum severiorum” (los chismes de los viejos amargados) del segundo verso del original.
¿Hay escándalo en los versos de Castillejo? Sin duda, en una España ultracatólica, tuvieron sus detractores, pero quizás Castillejo al despojar al poema de su parte más trascendente lo que consigue es justo eso, no llamar excesivamente la atención sobre “un poemilla de amor para que lo lean las mujeres” cuando desde el punto de vista de la moral cristiana de la contrarreforma quizás la sensualidad desenfrenada que inunda el poema no sea la más indicada para el modo de comportarse entre los sexos. Y menos aún sin mediar casamiento alguno.
Por lo que respecta al número de besos, conviene fijarse en que tampoco en eso Castillejo se aferra a Catulo, pues ya empieza por el final “besos sin cuento”, pero es que “y después de muchos millares: tres.” Y aquí es donde empieza lo hipotético: ¿simplemente pone tres porque rima con después y revés del último verso? La rima de este poema es abbaccddc en octosílabos siendo el 5º verso un puente de solo 4 sílabas en el que cambia la rima. Quedando así perfectamente encuadrado.
En todo caso de todos los números posibles: ¿Tenía que ser el tres? ¿Qué significado tiene y más aún tenía el 3 en la cultura occidental? ¿La santísima Trinidad? ¿La vida después de la muerte? ¿Buscaba Castillejo santificar su amor y sus miles de besos en un amor sagrado para siempre? Eso es difícil de atestiguar a ciencia cierta, pero en todo caso no quiero dejar de sugerirlo.
Lo que sin duda alguna atestiguo es la pervivencia en el tema de los miles de besos entre enamorados ya en el mismo XVI en Francia tenemos un soneto de Lousie Labé:
Baise m'encor, rebaise-moi et baise ;
Donne m'en un de tes plus savoureux,
Donne m'en un de tes plus amoureux :
Je t'en rendrai quatre plus chauds que braise.
Las! te plains-tu? Çà, que ce mal j'apaise,
En t'en donnant dix autres doucereux.
Ainsi, mêlant nos baisers tant heureux,
Jouissons-nous l'un de l'autre à notre aise.
Lors double vie à chacun en suivra.
Chacun en soi et son ami vivra.
Permets m'Amour penser quelque folie :
Toujours suis mal, vivant discrètement,
Et ne me puis donner contentement
Si hors de moi ne fais quelque saillie.
Como puede verse los miles de besos ya se convirtieron en un tópico literario clásico en el renacimiento, descarnándose de Lesbia, y dedicándose al amor más general. Pero ha sido en el siglo XX dónde encuentro el tópico más vivo, así en los años 60 en la 11ª edición del festival de San Remo el famosísimo cantante Adriano Celentano cantaba a ritmo de rock uno de sus hits a favor de la libertad sexual más conocidos:
Amami
Ti voglio bene!
Con 24 mila baci
Oggi saprei perché l'amore
Vuole ogn'istante mille baci
Mille carezze vuole all'ora.
Con 24 mila baci
Felici corrono le ore
Un giorno splendido perché
Ogni secondo bacio te.
Niente bugie meravigliose,
Frasi d'amore appassionate,
Ma solo baci che do a te,
Ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye!
Con 24 mila baci
Così frenetico è l'amore
In questo giorno di follia
Ogni minuto è tutto mio.
Niente bugie meravigliose,
Frasi d'amore appassionate,
Ma solo baci che do a te,
Ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye!
Con 24 mila baci
Così frenetico è l'amore
In questo giorno di follia
Ogni minuto è tutto mio.
Con 24 mila baci
Felici corrono le ore
Un giorno splendido perché
Con 24 mila baci
Tu m'hai portato alla follia
Con 24 mila baci
Ogni secondo è tutto mio
Con 24 mila baci
Ogni secondo bacio te
Como puede verse aquí ya no es importante esconder el número de besos, sino que debemos zambullirnos en el amor frenético en un día de locura para entregarnos al amor. (Quizás no es de extrañar que si los jóvenes cantaban y bailaban esto en la iglesia Católica se recompusieran dogma, liturgia y doctrina precisamente en los años 60 para intentar mediante el “rock parroquial” retener presencia en la sociedad…
Pero será en la España de los años 80 y 90 donde una banda de pop-rock navarra nos da vida de nuevo al tópico de los miles de besos. De hecho le roban el tópico para el título de una canción, me refiero a Tahures Zurdos y sus miles de besos:
Miles de besos
¿Y cuántas veces en el tiempo con un simple gesto
se para el mundo por un momento?
Dame tus besos que me curan, dame besos frescos,
besos de cielo, miles de besos.
Cuántas palabras malgastamos , cuántos tiempos muertos..
tentado estuve de darte un beso.
Sé que se agrandan mis pupilas y tus labios frescos
rozan mi cuello, es por tus besos.
Y sé, que el miedo y el dolor
se transforman en los besos que nos dimos.
Y no me dejes de besar,
aunque todo sea oscuro y ruidoso
cuando el cielo sea rojo y las estrellas vuelen,
no me sueltes.
No me sueltes.
Como puede verse la aportación de Cristóbal de Castillejo al tópico es fundamental: en ningún momento pone que el amado tiene asido a la cantante Aurora Beltrán por los cabellos, sin embargo el verso final pide que no le suelte,... ¿A Catulo o a Castillejo?
Buscando en inglés veo que el tópico efectivamente se ha desbordado, Leonard Cohen tiene una canción de amor titulada “A thousand kisses deep”, la televisión Coreana una telenovela,... Catulo pudo no imponer su epicureismo a los severos romanos, pero en el siglo XXI todos somos Catulianos hasta la médula, gracias a los que como Cristóbal de Castillejo hicieron pervivir el tópico…
En todo caso, si elegí el poema de Castillejo, no fue por hacer esta comparación de la pervivencia de un tópico, sino por su sencillez, su frescura, y su brillante traducción del espíritu del poema Catuliano. A la hora de hacer este comentario quizás la idea era más demostrar que se dominan las figuras literarias, pero en vista que eso ya lo hacemos en clase, he optado por hacer este breve escrito, y he disfrutado en ello.
PSEUDOBIBLIOGRAFÏA:
Todas las letras de los poemas y canciones son sacadas de internet, salvo la del poema de Castillejo que es tomada del libro de Rivers que trabajamos en clase. Poesía del Siglo de Oro Madrid, Cátedra Letras Hispánicas (2017).
Sobre Catulo he usado Poesías edición bilingüe de Jose Carlos Fernández Corte y Juan Antonio González Iglesias, Madrid, Cátedra Letras Universales (2014).