Flipped Finland day #0

Lo confieso. Mis conocimientos sobre Finlandia eran escasos hasta hace un mes y medio, y sobre su sistema educativo me limitaba a saber lo básico: el KIVA contra el bulling, y que en el informe PISA siempre nos pegaban una pasada por encima que ni las de Kimi Raikonnen a Fernando Alonso.

Para ser sincero, sí que había tratado hace unos 20 años a un finlandés en GW, el bueno de Tuomas, con el que tampoco tuve mucho contacto mientras trabajé en Nottingham. Más que nada amigos comunes, y a parte de eso mis conocimientos sobre Finlandia se reducían a su participación forzosa en la segunda guerra mundial y la canción de los Monthy Pyton:

Sin embargo, gracias a que José Luis, el coordinador de la ESO del colegio consiguió que el colegio entrara a formar parte del programa ERASMUS + y que nos concedieran una movilidad KA1 para 18 profesores del centro  heme aquí en Helsinki tras prepararme todo el verano leyendo cosas y viendo vídeos sobre el sistema educativo finlandés. ¿Dispuesto a revelar el secreto del éxito en PISA? Lo veo difícil pero lo intentaremos. Lo que si que estoy es reventado, para llegar hasta Helsinki me he tenido que levantar a las 4:30, taxi a Bilbao, vuelo a Amsterdam con KLM, corre a la puerta de embarque, cambia de avión, factura la maleta por que va lleno el Boing 737, espera al bus para ir al hotel (menos mal que no cogí uno en el centro de Helsinki sino uno de los hoteles para tripulaciones y viajeros de cerca del aeropuerto)...

En fin, que estando reventado eran las 15:00 cuando por fin he tomado posesión de mi habitación y me he acercado hasta un centro comercial a unos 800 metros para ver si comía algo. Tras un reparador shusi y un paseito en que he visto que lo de los mosquitos debe ser verdad, porque un chaval iba en bici con mascarilla y protección facial que más parecía un soldador que un adolescente en su bici. He vuelto al hotel, se me ha caído un mito (la sauna del hotel no era mixta) y aquí me encuentro reflexionando sobre mis ideas preconcebidas sobre lo que me voy a encontrar en Suomussalmi (600 km al norte de Helsinki, mañana vuelo).

Hay un libro que me prestó JL Teach like Finland de Timothy D. Walker que me ha resultado de lo más interesante. A parte de que esté redactado por un americano casado con finlandesa que vino hace unos años de USA a Helsinki y aveces por su punto de vista yanki puede parecernos un tanto naif, el análisis que hace del año escolar en Finlandia y de todo el proceso enseñanza-aprendizaje me ha parecido muy interesante. Sobre todo porque en 15 días no creo que pueda verlo con mis propios ojos, así que me fiaría de Timothy en muchas cosas. 

Pero la pregunta que me planteo es: ¿Dónde nos ganan os profesores fineses? Si las horas lectivas no pasan de 24 a la semana (frente a las 32 en el País Vasco), si esas horas son de 45 minutos, y salen 15 al patio entre hora y hora cada vez, si dan mucha importancia a la música, a las manualidades, la carpintería, la economía doméstica, la cocina,... ¿Por qué en el informe PISA nos revientan???

La respuesta de Walker es que los niños en Finlandia son felices en la escuela. Ante todo lo demás. No me vale, en USA no lo sé, pero en mi colegio del País Vasco los chavales son muy felices, también trabajamos por proyectos, con flipped classroom, con ordenadores, etc... ¿Dónde está la diferencia? En todo lo que he visto y leído no la he palpado. Solo quizás la intuyo: ¡Creo que está en el modo de implicarse en el proceso educativo de los padres! Y en el modo en que los niños finlandeses juegan.

Bueno, esto es solo una hipótesis de trabajo, pero quería que quedara constancia en este blog para ver si afirmo mi hipótesis a partir del lunes o reculo.

  ¡Nos vemos Homo ludens!