Viaje al fin del mundo (this god forsaken village)- Flipped Finland-day#00

En esto es lo que piensas cuando alguien te dice que ha volado en Finnair...

Pero la especie de autobús con hélices en que he viajado hoy de Helsinki a Kajaani, una ciudad en la mitad del país, aunque era moderno daba mucho miedo. ¿Y si dejan de girar las hélices? ¿Y cuándo efectivamente han dejado de girar a la misma velocidad para frenar? Serán más seguros los turbo hélices y dicen que con un motor pueden aguantar el vuelo, por no hablar de la ecología, pero... ¿qué queréis que os diga? Dónde esté un buen avión a reacción que se quiten todos los aviones de hélice. Me recuerdan demasiado a los cacharros de la segunda guerra mundial como el Junker-52 que se dio el pepinazo en Suiza hace un mes.

Aviones aparte, mi taxi me estaba esperando en el aereopuerto. Y esto de los taxistas fineses desafía a la lógica. Hay dos taxistas que realizan el trayecto del aeropuerto de Kaajani a Sumomussalmi. Un hombre y una mujer, total que le pedí un presupuesto al hombre y me pidió la friolera de 190 € por el trayecto (100 km). Así que decliné y me busqué otra forma de llegar: taxi a Kaajani city center y bus desde allí. 20 € más 40 € como los horarios no encajaban muy bien tendría tres horitas para verme un centro desértico de una ciudad pequeña del norte de Finlandia con todo cerrado por ser domingo de verano. Afortunadamente, la profesora que me hace de cicerone me dijo que no entendía muy bien por que hacía ese recorrido y no cogía el taxi. Por lo visto se tienen repartidos los vuelos entre los dos taxistas y el gobierno (mi sospecha es que con fondos estructurales de la UE) les paga casi todo el trayecto con que una persona les reserve el servicio por solo 20 €, simplemente mi error había sido contactar al chico y no a la chica que es a la que le tocan los vuelos de la mañana. ¡Me he salvado de la turistada por tacaño! La cosa es que en el viaje de vuelta me toca volver con el hombre,... Parece que del gremio del taxi no te puedes fiar ni en Escandinavia. Lo poco que le hubiera costado decirme, ese vuelo no es mío llame a esta señora,...

Bueno, pues eso a las 12:00 ya estaba aquí. Había ordenado mi ropa en la habitación, y todo. El Hotel es una mezcla de El Resplandor con el balneario Prats de Caldes de Malavella pero en nórdico claro está. Tiene un Spa adjunto y un río lleno de mosquitos justo en frente de la habitación. Las críticas malas recientes que veo en Google maps son sobre todo debido a la ola de calor de este verano que no tenga aire acondicionado en las habitaciones, lo que desde luego me parece excesivo por parte de los clientes. ¡Qué estamos a 200 km del círculo polar leñe! ¡Habrá que quejarse si la calefacción resulta mala digo yo! A mi personalmente lo que más me aterra es que todas las puertas de las habitaciones tengan mirillas hacia el pasillo. Cuando voy hacia mi habitación al final del todo me siento observado.

En el pueblo que me he recorrido en un 70% en dos horitas incluyendo visitas a dos de los tres supermercados, no había nada que hacer un domingo a la tarde, salvo comerme a la orilla del lago unos pasteles de arroz con salmón marinado que he pillado en el super; y cuando digo nada es que las opciones eran comer una pizza o un kebap, que lo dejo abierto como opción de suicidio gastronómico para un día que esté más desesperado, os dejo una fotica del down town (todo lo que hay).

Como podéis suponer estaba bastante aterrorizado con mi exilio finlandés a un pueblo cercano a la frontera rusa con Karelia, hasta que me enteré de que justo aquí en Suomussalmi fue la batalla más dramática del invierno del 40 en que los esquiadores finlandeses se pelaron dos divisiones rusas. Y cuando digo se pelaron, es que en el deshielo fueron contando cadáveres rusos y llegaron hasta 27,500 (por 900 bajas entre los finlandeses). El lago enorme que hay al este de la ciudad se heló a -39º y los finlandeses que quemaron el pueblo entero para que los rusos no tuvieran donde cobijarse lo usaban para en medio de las tormentas de nieve flanquear la carretera que comunicaba los puestos avanzados rusos con su retaguardia, reventándoles la logística y matando de hambre y frío a los de primera línea. La población civil hizo los 100 km hasta Kajaani que he hecho yo hoy, eso sí me temo que entonces sin taxi subvencionado lo más que tuvieron fue trineo tirado con renos y caballos.

Os pongo un vídeo noticiero británico de la época. Obligatorio para los más frikis de la WWII.

Y es que estos finlandeses como el país solo tiene 101 años han aprovechado esta batalla para construirse su propia épica: Otro vídeo sobre dicha campaña, este de como trabajan en equipo los finlandeses, no nos olvidemos que este blog es de pedagogía. Aunque sea para matar rusos en la nieve todo se hace en equipo. De la película Unknown soldier (2017).

VED AMBOS VÍDEOS QUE SON MUY BUENOS!!! 😱😱😱

Veo que hay hasta museo de la batalla, así que me temo que ya tengo una visita obligada.

Volviendo a la educación: Sigo viendo niños finlandeses por todas partes, casi siempre con sus padres, pero me quedé especialmente con el primer bebé de un año que vi anteayer en la puerta de embarque de Amsterdam. Los padres habían formado una especie de semicírculo protector usando el carrito frenado que el bebé que apenas se tenía en pié pretendía todo el rato empujar y se habían sentado en el suelo a lo indio ambos padres uno a cada lado, de modo que sus cabezas estaban a la altura de la del bebé y este tenía contacto visual fácil. El bebé no intentó fugarse y claramente se sentía protegido pues a veces abandonaba sus intentos de empujar el carro para acercarse a la madre.

En estas el padre decidió que era el momento idóneo para dar de merendar un plátano a su pequeño rubiales. Lo peló, no dijo una palabra y el niño no hacía ni caso... y... se lo empezó a comer el mismo por la punta. Un pequeño bocado. ¡No le dijo nada! Pero el niño no tardó ni medio segundo en abalanzarse sobre el plátano y llenarse la boca hasta un punto que cualquier madre española le hubiera hecho escupir todo lo que había dentro. El nene se zampó el plátano sin morir por asfisia, ni hubo que ponerle boca abajo.

¿Os imagináis la misma escena en España?